domingo, 10 de diciembre de 2017

Pirámides de Egipto, el legado de los faraones

Las Pirámides de Egipto fueron los monumentos funerarios de los grandes faraones. Un legado que aún sigue despertando admiración.


Pocos monumentos han despertado tanta admiración a lo largo de la historia como las Pirámides de Egipto. Desde hace 4.500 años, las pirámides han sido un mudo testigo de la historia de la humanidad.
Sin duda, las más conocidas son las Pirámides de Gizeh, en las afueras de lo que hoy es El Cairo. Esta triada de pirámides son las tumbas de los faraones Keops, Kefren y Micerinos, que pretendían alcanzar la inmortalidad con estos impresionantes monumentos, y en cierto modo lo consiguieron.
La Gran Pirámide alberga la tumba de Keops. Es la única de las siete Maravillas del mundo antiguo que aún sigue en pie. Sus infinitos bloques de piedra se superponen uno sobre otro para alzar sus 146 metros hacia el inmaculado cielo azul de Egipto, proclamando la gloria de su creador.
A su lado está su hermana pequeña, la pirámide de Kefrén, construida por este faraón, hijo de Keops. Al estar situada en un terreno más elevado da la impresión que su tamaño es mayor de la de Keops, por lo que durante algún tiempo tuvo la denominación de Gran Pirámide. Sin embargo sus 143 metros son insuficientes para desbancar a la pirámide de Keops de ese privilegio.
Por último, la más pequeña de las Pirámides de Egipto es la dedicada al faraón Micerinos, que en tiempos antiguos estaba recubierta de mármol rosado. Aunque “solo" tenga 65 metros de altura se la suele apodar como la “pirámide divina". A su alrededor se levantan las pirámides de las reinas, pequeñas construcciones dedicadas a albergar las tumbas de las consortes de estos faraones.
Custodiando las Pirámides de Egipto se encontrará a la Esfinge. Esta majestuosa criatura de 20 metros de altura y 50 de longitud representa al faraón Keops. Su nariz fue destruida por un cañonazo durante la campaña de Napoleón en Egipto, a principios del siglo XIX, y su barba se custodia en el Museo Británico de Londres.
Pero estas no son las únicas pirámides de Egipto. Se estima que en todo el país se levantan hasta 118 de estas construcciones, destinadas a albergar las tumbas de los faraones y las personalidades importantes de su corte.
En el año 2.000 antes de Cristo, la construcción de las pirámides entró en decadencia. Los faraones trasladaron su corte a Tebas, y se hicieron enterrar en el Valle de los Reyes, en tumbas más discretas que podían permanecer selladas y garantizar su descanso eterno.
Cuando viaje a Egipto y descubra las pirámides recuerde las palabras de Napoleón: “Desde lo alto de esos monumentos, más de 40 siglos os contemplan".

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